Deseo no necesitarte pero necesito desearte.
Al contrario de la luminosidad que irradia la vagalume, yo me voy apagando en la noche, sin remisión. Las sombras me acogen en su regazo, anestesiándome, perdiendo toda sensibilidad temporal. Indolente ante un corazón severo, inflexible, que exige atención y cuidados.
En una voluntaria descortesía, desoigo las súplicas haciéndole caer, de nuevo, en el adormecimiento sin permitirle sentir como él quisiera.
Letargo al que le obligo a permanecer, sometiéndole al silencio, a no responder ante cualquier estímulo basado en la (pasión), bienquerencia hacia mi necesidad, hacia mi deseo.
AMOR.
Locura transitoria.
Transito por la locura del amor.